El planeta no es inanimado. Es un organismo vivo. La tierra, sus rocas, océanos, atmósfera y todas las cosas vivas constituyen un gran organismo. Un sistema global y coherente de vida, autorregulado y auto cambiante.

 

                                                         James Lovelock.

                                                         GAIA principle.

 

La ciudad se puede considerar un sistema abierto, concretamente un ecosistema en el cual todo esta relacionado con todo.

La ciudad requiere de otros subsistemas para mantener su organización de tal forma que por si misma es insostenible.

Todos estos deben respetar la sociedad, nunca servirá si no está pensada para el hombre, y solo así será realmente ecológica, por mucho que tenga la mejor y más puntera tecnología, la economía más eficiente o la estructura mas organizada.

La ecología urbana, la economía y la sociedad deberían quedar integradas en la planificación urbana con el objetivo de crear una ciudad lo menos insostenible posible.

Si se nos presentase el reto de diseñar una ciudad, tendríamos que plantearnos qué sistemas priorizar, y qué conceptos asociados a estos tener más en cuenta. 

 

Puede que no lleguemos nunca a ese nivel de perfección que supone una ciudad 100% ecológica, puesto que la ciudad es una realidad muy compleja e impredecible. Una vez llegados a este punto, entendemos que no es posible controlarlo todo, por tanto, nuestras acciones deben ir encaminadas a crear sistemas que evolucionen de la mejor manera posible, respetando el entorno y adaptándose a los cambios de la sociedad.

​

​