Perdernos ante un trama que podría parecer simple, pero que se basa en la complejidad de las diferentes posiciones; las mejores visuales; unas mismas características de vivienda; la colocación de sus módulos; las posibles entradas; la imposibilidad de acceder a ellas desde dos núcleos, la idea de módulo como estructurador de la vivienda; el orden en fachada; la unión de los núcleos de agua; las entradas de luz mediante la propia forma; entre otros factores, son los que caracterizan a este proyecto.

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A raíz de la idea del “Retranqueo” proveniente de la visita al lugar, realizamos una serie de tramas, encontrando la trama hexagonal la más adecuada. Con dicha trama creamos viviendas de 60m2 (un hexágono) y 120m2 (dos hexágonos). A partir de la colocación de una serie de módulos que se van repitiendo a lo largo de las dos parcelas, conseguimos crear una fachada más continua hacia las calles principales de la Avinguda del Carrilet, parcela norte, y la Travessia Industrial, parcela sur; una fachada continua pero con unos retranqueos más marcados que en las calles principales, hacia el Carrer Miquel Romeu, manteniendo y respetando la continuidad de la calle; una fachada discontinua abriéndose hacia el Carrer de Leonardo Da Vinci; y por último, en el Carrer del Cobalt, como nexo de las parcelas, se realiza una fachada diferente en ambas, de manera que quedan encajadas visualmente mediante su forma.

La planta baja del edificio se convierte en una planta más libre, con comercio, núcleos de escalera y las entradas a los parkings.