La intervención del proyecto se basa en la progresión de lo opuesto de lo existente. Es decir, comenzando por el este, en un edificio preexistente macizo, se actúa con su antónimo, el vacío, en un ligero nivel, creando unos retranqueos de acceso. A continuación, en el edificio central realizamos un antónimo de una escala intermedia, manteniendo únicamente el esqueleto de la fábrica. Por último, en el vacío, trabajamos esta idea al límite, llenándolo con una edificación que hará de vínculo de los edificios actuales tanto en fachada como en altura, dotando a todo el grupo del emplazamiento de esta unión que le falta.

El proyecto se ha elavorado a partir del análisis de las preexistencias: dos equipamientos y dos espacios libres a ambos lados. Esto ha llevado a entender la manzana como un nexo entre ambos. Un nexo público y abierto, pero a la vez con una cierta privacidad. Este debería convertirse en un espacio de utilidad y no solo de paso entre los dos puntos, es por eso que se genera actividad a través de la introducción de un espacio verde en el interior de la manzana: se colocan huertos urbanos y mercados efímeros que sirvan de actividad tanto para el casal de gente mayor, como para los edificios de alrededor. Además, se interviene en el Carrer de Rodes, convirtiéndolo en una calle para peatones, de manera que se estimula la actividad de la manzana.

 El proyecto se estructura en dos bloques principales:

El primero, lleva a cabo la idea de rehabilitación al Carrer de Rodes: a las fábricas. Este bloque, se compone de este a oeste, por una serie de vacío-lleno-vacío-lleno. Se trabaja en sentido horizontal, debajo de unas cerchas existentes, que contienen la historia del lugar. Por todos estos aspectos: este es el bloque Europa.

Entre el primer bloque y el segundo, se encuentra el espacio vacío central. Funciona como un lugar de diálogo entre los dos edificios, los cuales se relacionan a través de la plasticidad de los retranqueos y la materialidad de la fachada.

Entendemos el espacio de la parcela como una progresión de lo existente hacia el vacío que da a la Avinguda Isabel la Catòlica. Es por esta razón que conservamos la estructura de la fábrica que se encuentra situada en el interior de la manzana, acotando la escala del entorno a una escala más humana.

El segundo bloque, queda comprendido entre dos vacíos, el central por el este y una zona verde preexistente por el oeste. Es un bloque compacto, que pretende acabar visualmente la manzana, aun así, tiene gran permeabilidad en planta baja, buscando relaciones con el exterior. Es un edificio de nueva construcción que trabaja en sentido vertical, con una estructura metálica, por lo que este es el bloque América.